jueves, 10 de mayo de 2012

EL ESPLENDOR DEL URUMEA, EN FOTOS

Anteayer quedaba oficialmente abierta la exposición del fotógrafo Giuliano Mezzacasa, que lleva como nombre 'El Urumea desde Fagollaga hasta su desembocadura'. El fotógrafo, de origen italiano, pero afincado en San Sebastián desde 1968, lleva años recorriendo y observando el Urumea con su cámara fotográfica. Como él dice, la exposición recoge «fragmentos de vida que la cámara ilusoriamente detiene para nuestros ojos».
Las cincuenta y ocho fotografías son exhibidas de manera audiovisual en la sala de exposiciones de la Casa de Cultura. Un cañón de vídeo proyecta las imágenes con música de Tete Montoliu de fondo, y comentarios a pie de foto a cargo del fotógrafo; todo ello editado por Xabier Erkizia. Además, junto a la exposición, se puede leer la obra Nuestro Río del poeta Jorge González Aranguren, que dice que «nuestro Urumea -y digo 'nuestro' porque está adherido a la piel y a la historia de los guipuzcoanos-, tiene un origen oscuro y humilde, conocedor de que su viaje, el camino, febril o despacioso, hacia su fin: la densa mar que le hará olvidarse de su sueño, será muy breve. Pero, ¿quién podría medir la rapidez, la lentitud o la prisa de cualquier río, su ímpetu propio o su pereza?».
La exposición de Giuliano Mezzacasa recoge algunas fotografías reseñables desde los años setenta hasta la actualidad. Como es el caso de la zona de Fagollaga a Hernani, donde todavía podemos apreciar un relativo estado virgen del río. «También a su paso por Martutene, detrás de la cárcel ó Txomin, el río muestra un aspecto virgen, salvaje. digno de contemplar», afirma el fotógrafo.
Arquitectura-industrial
«Entre Astigarraga y Martuene los invernaderos convierten la vega del Urumea en la huerta de Donostialdea. La vegetación de ambas orillas nos puede hacer pensar en un 'Amazonas Txiki'. Es una delicia recorrer en piragua este tramo; los remeros que desde Donostia remontan hasta esta zona seguramente encuentran en este lugar la compensación a su esfuerzo», asegura Mezzacasa. A través de esta serie fotográfica se puede contemplar cómo el paisaje del río va cambiando a su paso por Hernani, Martutene o Loiola.
Giuliano afirma que «en la asignatura de conservación de elementos de arquitectura industrial estamos fallando repetidamente. Ha desaparecido prácticamente todo rastro de la actividad industrial que fue importante en la vida y desarrollo de la ciudad». Se refiere al recién derribado silo-tolva que yacía junto a Ur-Kirolak. «El paseo que se ha construido podía haber rodeado fácilmente el edificio, y mantener así una joya arquitectónica con posibilidad de conversión en centro de información sobre el río, y así continuar de otra forma su relación con el medio que fue su razón de ser».
El silo-tolva servía para el almacenamiento de la arena recogida río abajo por los areneros de la época. Varias fotografías también muestran el río a su paso por Riberas de Loiola. «La ciudad avanza apropiándose de las últimas tierras que antaño eran dominio del río, y al doblar el último meandro ya nos aparece la ciudad asomando a un río totalmente encauzado y urbanizado. Como testigo del pasado, el puente de hierro demolido recientemente. Y como todo río, también el Urumea, termina en el mar y aquí su encuentro con el Cantábrico», subtitula el fotógrafo Giuliano Mezzacassa.
 
  Iñaki Miguel Camio - Diario Vasco - 10-05-2012
 
 
El esplendor del Urumea en fotos

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